El componente principal del pasivo son las hipotecas, con unos 10,67 billones de dólares, del total de 15,24 billones de dólares que alcanza el endeudamiento de las familias
El endeudamiento de los hogares estadounidenses alcanzó un nuevo máximo histórico, con un total de 15,24 billones de dólares, según el último reporte del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, publicado esta semana.
La noticia se produce después de que el país registrara una inflación del 6,2% en octubre, un nivel no visto desde hace más de tres décadas.
El informe cifra este aumento en 286.000 millones de dólares en el tercer trimestre de 2021 hasta alcanzar un total de 15,24 billones, 1,1 billones más que a finales de 2019, esto es, poco antes del inicio de la pandemia del coronavirus.
En cuanto a la composición de la deuda, las hipotecas constituyen la parte principal, al crecer en 230.000 millones en dicho período hasta llegar a los 10,67 billones de dólares a finales de septiembre.
En tanto que los préstamos para automóviles y los saldos de los préstamos estudiantiles también aumentaron, incrementándose en 28.000 millones de dólares y 14.000 millones de dólares, respectivamente.
Tarjetas de crédito
El oficial de investigación del organismo Donghoon Lee precisó que, a medida que se terminan los programas de rescate financiero lanzados en el país durante la crisis sanitaria, se está produciendo una “inversión de las tendencias de los saldos de las tarjetas de crédito observadas durante la pandemia, a saber, la reducción del consumo y el pago de los saldos”.
“Al mismo tiempo, mientras se levantan las restricciones pandémicas y se normaliza el consumo, el uso y los saldos de las tarjetas de crédito retoman sus tendencias anteriores a la pandemia, aunque desde niveles más bajos”, destacó.
Los saldos de las tarjetas de crédito aumentaron en 17.000 millones de dólares, al igual que en el segundo trimestre. Pero siguen siendo 123.000 millones de dólares más bajos que a finales de 2019, antes de la pandemia.
La inflación se encuentra en máximos de varios años gracias a las interrupciones de la cadena de suministro que han aumentado los costos del transporte y las materias primas. Al mismo tiempo, la demanda de los consumidores también está por las nubes.